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Salvador Gallardo Topete
Mexican poet

Salvador Gallardo Topete

The basics

Quick Facts

Intro
Mexican poet
Places
was
Work field
Gender
Male
Place of birth
Aguascalientes, Mexico
Age
83 years
The details (from wikipedia)

Biography

Salvador Gallardo Topete (n. el 1 de diciembre de 1933, en Aguascalientes, de 1933 – m. en Aguascalientes, el 18 de enero de 2017.). Fue poeta, narrador, editor, abogado, profesor y promotor cultural. Autor, entre otros libros, de Desanclaje (Editorial Paralelo, 1965), No pretendo la voz (UdG, 1991), Un día de estos (ICA, 2001), Estancias del sueño (Ediciones Sin Nombre, 2010), El investigador córvido (Ediciones Sin Nombre, 2014) y Lección de permanencia (obra póstuma [2019]).

Reseña biográfica

Salvador Gallardo Topete nació el 1 de diciembre de 1933, en Aguascalientes. Casi recién nacido, a su padre, el poeta estridentista Salvador Gallardo Dávalos le ofrecen un puesto como médico en la Secretaría de Educación y un programa radiofónico con Agustín Yáñez, por lo que la familia Gallardo debe trasladarse a la Ciudad de México. Después de dos años, regresan a vivir a Aguascalientes en donde pasa su infancia y adolescencia.

En aquella época, y siendo hijo de un gran poeta, comenzó a sentir interés por la literatura, de la cual estaba envuelto por el mismo ambiente en el que vivía; así, dice Salvador Gallardo “el hijo”, alías con el que se le conocería para distinguirlo de su padre, que: “Había empezado a escribir algunas cosillas desde los 12 años, poemitas la mayoría muy malos; cuando era boy scout escribí algunos, como una especie de oración del boy scout, y más tarde, cuando yo tenía 16 años, mi padre fundó la ACA (Asociación Cultural Aguascalentense) y me invitó a formar parte de ella, desde la primera sesión yo estuve allí”.​ Gallardo, no sólo hereda el nombre de su padre, sino un gran talento y sensibilidad para la poesía. Igualmente, comienza su interés por trabajar para la promoción cultural y literaria de su querido estado hidrocálido. En los talleres del ACA comienza a dar a conocer públicamente sus textos, el primero es “Luna de acero”; el segundo, “Canciones a la novia niña”, el cual ganó el segundo premio en los Juegos Florales de abril de 1950, incluso Edmundo Games Orozco, el gobernador, y nombrado presidente honorario de la ACA, en 1952, recitó algunos versos del poema,​ presagiando tal vez el camino a uno de los mejores poetas que daría la región. Por la misma época, el autor se inicia como cuentista en El hombre del búho.

El hombre del búho fue un periódico que fundó a lado de Víctor Sandoval en 1952, y del cual Gallardo fue el director. En realidad, el pequeño periódico era un impreso de una hoja doblada en cuatro páginas y el cual lleva dicho nombre en honor a uno de los poemas de Enrique González Martínez. En palabras del hijo de Gallardo Topete, el también poeta y filósofo Salvador Gallardo Cabrera, los textos tenían una gran influencia del estridentismo:

[…] quizá sea posible detectar una voluntad de experimentación que tiene sus raíces en los poemas estridentistas de Salvador Gallardo Dávalos, pero que adquiere vías inéditas […] En estos textos, Gallardo Topete logra detonar la sintaxis al uso con diversos mecanismos: encabalgamiento de sentidos, imágenes simultáneas, metáforas descentradas, versos entrecortados con exclamaciones o por rimas pasajeras, paréntesis sin solución de continuidad, juegos de palabras y palabras desfondadas. El resultado es un híbrido poderoso, irreverente, burlesco. Escritos por un joven de 17 años, muestran una claridad constructiva muy lograda, así como una consistencia poética que sólo se ve puesta en entredicho en algunos pasajes.​

Gallardo Topete estudió Leyes en la Universidad Nacional Autónoma de México, terminó en esta institución su carrera obteniendo la carta de pasantía, sin embargo, no se tituló debido a otros compromisos laborales y familiares. Al regresar a Aguascalientes, y después de varios años, obtuvo el título en la Universidad Autónoma de Zacatecas, en la que se recibió con todos los honores. Los años que estudió en la Ciudad de México, le sirvieron para convivir y conocer el mundo de las letras y las artes del centro del país, y a los más influyentes intelectuales del momento. En aquella época el Colegio de la UNAM se encontraba en pleno centro, así que acudía con regularidad al Colegio Nacional y otros centros de cultura para escuchar las conferencias que se impartían, por ello, tuvo la oportunidad de conocer a Alfonso Reyes, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Dr. Atl, Frida Kahlo y Alfonso Caso, entre otros.

Al mismo tiempo que estudiaba, hacía viajes constantes a Aguascalientes, manteniendo la comunicación literaria e, incluso, fomentando más las actividades en el estado. Así, perteneció al grupo de la revista de Paralelo, en donde también editaba a lado de su padre y de Víctor Sandoval. En este grupo también participaban otros escritores de gran valía como Desiderio Macías Silva, Guillermo García Varela y Rolando Mora, igualmente, llegaron a publicar a Efraín Huerta y Juan Bautista Villaseca.

Es importante mencionar la postura que mantuvo Paralelo, pues ello demuestra los intereses sociales y políticos de Gallardo. Este grupo fue muy crítico para su tiempo. Tomaron postura en temas que les traían consecuencias políticas, de tal manera, manifestaron estar en “la defensa de Latinoamérica frente a la invasión norteamericana. Apoyaron a Guatemala y a la revolución cubana, y por todas esas razones fue que decidieron conformar un medio editorial en el que se dieran a conocer sus ideas sobre la situación literaria y social”,​ según Ilse Díaz.

Desde muy joven, Salvador, “el hijo”, se comprometió con las diferentes actividades, no sólo literarias, sino políticas y sociales en las que tiene gran apoyo de su padre, y en la que en ocasiones se encuentran ambos. Aunque colaboró con la Casa de la Juventud y fue presidente del PRI juvenil (por cierto, actividades por las que no cobró), siguió siendo crítico de su momento, por ello, tuvo que dejar el partido. Ilse Díaz menciona: “Además de la participación oficial, Gallardo estuvo también relacionado con la actividad política “clandestina” tanto en México como en Aguascalientes, no de manera directa pero sí como abogado defensor la mayoría de las veces”.​ Como abogado, su trabajo estuvo inclinado por ejecutar adecuadamente la justicia. Entre los diferentes puestos que desempeñó están: en 1959, fue presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje (duró ocho meses), luego trabajó en la Procuraduría por nueve años, en el cual renunció después de obtener el título en la Universidad Autónoma de Zacatecas. El licenciado abrió su propio bufete en el que atendía principalmente a gente de escasos recursos. Trabajó durante veinte años en su despacho hasta que le propusieron el cargo de presidente del Supremo Tribunal de Justicia del estado. También fue Agente del Ministerio Público. A lo largo de su trayectoria como jurista conoció diferentes casos, algunos de los cuales pudo plasmar en algunos textos.

Como editor, Gallardo empezó muy joven a lado de su padre en El hombre del búho y posteriormente en Paralelo, como ya se indicó, además de la revista de la ACA. Igualmente, fue editor de Disertaciones y miembro del consejo directivo de Talleres.​ Cuando fue presidente del Supremo Tribunal de Justicia, sacó dos revistas más. También fue editor y parte del Consejo Editorial de Tierra Baldía, la revista de literatura de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

No cabe duda de que el Maestro Gallardo fue un gran impulsor de la literatura, así como de las jóvenes promesas, muchas de las cuales hoy son escritores profesionales. Por ello, su mayor vocación fue la de profesor. Empezó a dar clases desde 1960. Algunos de las escuelas donde impartió clase fueron: en el Instituto de Ciencias Autónomo de Aguascalientes (luego Universidad Autónoma de Aguascalientes), la Normal del Estado, en el Centro de Educación Media de la UAA, el Tecnológico de Aguascalientes, el Instituto de Capacitación del Magisterio y la Escuela de Derecho. Aunque dio clases en diferentes asignaturas, dice el Maestro que siempre le gusto más enseñar literatura. Entre sus alumnos se encuentra Eduardo López quien escribe sobre su profesor lo siguiente:

Gracias maestro Salvador Gallardo por hacernos comprender que en la mentira de la literatura se agazapa la verdad. Algunas liberaciones andaban al acecho y, jóvenes que éramos, y los otros que son ahora, en el centro de nuestras ansiedades se alimentaba una como flor de agua. Hoy aún es de tal manera: en muchos jóvenes se ha echado a volar una rara ave. Irónicamente, años después de aquellas noches de la literatura en la secundaria, ese hombre gallardo escribiría “No pretendo la voz”. Pues aunque no la pretenda, ella sí que a él lo ha pretendido, porque él es un hombre de palabra; en él habita la lengua y desde los libros que se le ponen con imágenes y con todos los sentidos, desemboca en los oídos de los jóvenes el mundo ése de la ficción que, repito, es el mundo verdadero, pues ahí están los profundos deseos, el ábside de nuestro ser. Es que la real escuela brota desde la escuela. Esas palabras son voz. Sí, la literatura puede ir más allá de la escuela; eso lo consiguen aquellos cuya voz es capaz de cimbrar el corazón del mundo, es decir, cuando desde el libro salen rodando las palabras a la calle. Es que la literatura es una manera de vivir.​

El punto central de sus enseñanzas fue establecer un diálogo cordial y respetuoso con sus alumnos, permitiendo el crecimiento de sus pupilos y fomentando el gusto por la literatura. El profesor dice en una entrevista: "Trato en mis clases no de imponer mis ideas, sino de explicarles….todo debe ser explicado con una lógica, no imponer las leyes, también nosotros los profesores tenemos que aceptar que los jóvenes no tienen por qué estar de acuerdo en todo, se vale que contradigan".​

Obra

Salvador Gallardo Topete “el hijo” empezó a escribir desde muy temprana edad gracias a la influencia de su padre, como se ha mencionado anteriormente. Poeta y narrador ha dejado una huella imborrable para las letras. El mismo Gallardo dice de su poesía: “Curiosamente, aunque empecé escribiendo poesía y cuento a la vez, me creía mucho más poeta. Lo que sí puedo afirmar es que es distinto cuando escribo una cosa u otra. La gran mayoría de mi poesía me costó, me dolió, como mis Raíces, que hablan mucho de huesos, de osamentas, y que tienen muy cercana la idea de la muerte”.​ La poesía de Gallardo debe leerse con cuidado, despacio, intuyendo, profanando ese resquicio de muerte, tan latente como la siente un moribundo… Señaló Víctor Sandoval en la introducción de la antología poética No pretendo la voz que “Salvador Gallardo Topete es un poeta de difícil sencillez; conceptual e irónico, maneja el idioma en un constante batallar de frases ingenuas y malévolas”.​ Esta sencillez aparente es lo que nos lleva a ponderar la fuerza de sus versos en una dolorosa angustia.

La poesía de “el hijo” está concebida desde el dolor; es la angustia la que impregna más de cincuenta años de producción poética, de ahí que él compare sus cuentos con un ambiente más bien humorístico: “En cambio, con los cuentos el estilo que manejo suele ser humorístico, me divierto mucho escribiéndolos. En algunos el humor es negro, porque si se fija uno bien, el cuento es trágico, o hay algo de cinismo o de ironía, que atenúan un poco el dolor”.​El narrador se ha inclinado más por cultivar el cuento, en sus últimos años puso especial atención en los nanocuentos, textos de una a dos líneas. Señala Ilse Díaz con respecto a su producción narrativa:

El cuento es finalmente para Gallardo Topete esa olla podrida “donde caben todas las carnes, diversidad de frutos, de verduras y especias”, como lo refiere en el texto que abre su segundo libro de cuentos, Estancias del sueño, y en el que plantea precisamente su concepción del mismo, esa capacidad de contenerlo y amalgamar una variedad impresionante de elementos, ya que “el arte nació sin fronteras, en incestuosa conjunción de todas las ramas del frondoso árbol”.​

El dominio del narrador se cruza muchas veces en el terreno de la poesía, o viceversa, de aquí que sus textos sean “formas”, multiformas de escritura que convergen. A propósito de su libro Un día de estos, Felipe Vázquez señala: “Salvador Gallardo emplaza diversas estrategias narrativas y propone un libro híbrido, donde hay cabida para el cuento, el poema en prosa, el ensayo, la fábula, el relato y la adivinanza. […] en Un día de estos propone no sólo piezas cargadas de humor y malicia literaria sino que sus textos son también una reflexión sobre la condición humana”.​ Hay que recordar su trabajo como abogado, y todas aquellas experiencias que debió guardar, buenas y malas, que le permitieron comprender más allá de la moralidad la condición justa de las personas. Su último libro El investigador córvido (Tetralogía criminal) es una novela, publicada en el 2014, cuya portada fue hecha por uno de sus nietos. Al respecto José María Espinasa dice:

El investigador córvido es una mezcla sutil de recreación de enigmas e invención verbal en un contexto reconocible tanto geográfica como verbalmente, pero sobre todo anímicamente: la corrupción sin sobresaltos, la lealtad sin heroísmos, la literatura como gozo del cuento. Pero ese deliberado costumbrismo permite a su autor, Salvador Gallardo Topete, escribir muy buena literatura, sin atender a las modas y sí en cambio a las pulsiones y necesidades del propio gesto relator. El investigador córvido, como los pájaros en el alambre de nuestra tradición investigativa, es un libro (y un personaje) llamado a ocupar un sitio memorable en nuestra narrativa policiaca.​

En la obra de Salvador Gallardo Topete “el hijo” se puede encontrar una voz auténtica, que no requiere de vericuetos ni galimatías intelectuales para poder producir gran belleza y profundas reflexiones. Un gran legado es lo que dejó este gran maestro de la palabra.

En 2019 se publica la antología Lección de permanencia, obra póstuma que reúne la poesía de Gallardo Topete, una compilación que realizó su hijo Salvador Gallardo Cabrera.​ El título del libro es tomado de uno de los poemas que conforman su larga trayectoria: "Lección de permanencia", el cual versa de la siguiente manera:

Pero el amor revive de los huesos
desde el humilde vómer
tremolando banderas victoriosas
para dictar su lección de permanencia
en los estratos húmedos de arcilla;
ahí la pequeña señal,
la enhiesta espiga
con su germen de vida desafiante.
Otros serán quienes reciban
este gesto de amor,
y en sus arterias
un ligero temblor...​

Publicaciones

  • Lección de permanencia (Instituto Cultural de Aguascalientes, 2019). Obra póstuma. Una selección de Salvador Gallardo Cabrera.
  • El investigador córvido (Tetralogía criminal). México, Ediciones Sin Nombre, UAA, 2014.
  • Estancias del sueño. México, Ediciones Sin Nombre, UAA, 2010.
  • Un día de estos. Aguascalientes, Instituto Cultural de Aguascalientes, 2001.
  • No pretendo la voz. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, Xalli, Patronato del Teatro Isauro Martínez, 1991.
  • Caín y Abel, Paralelo, Espiga, Aguascalientes, 1960.
  • Raíces. Paralelo, Aguascalientes, 1967.
  • Desanclaje. Aguascalientes, Editorial Paralelo, 1965.

Textos en revistas (selección)

  • “Los pantun de Sandoval que se transformaron en coplas”, en Tierra Baldía, núm. 53, Aguascalientes, UAA, agosto de 2013, pp. 19-20.
  • “Nano textos”, en Tierra Baldía, núm. 52, Aguascalientes, UAA, abril de 2013, pp. 34-35.
  • “La olla del cuento”, en Tierra Baldía, núm. 43, Aguascalientes, UAA, diciembre de 2008, pp. 110-111.
  • “Postal”, “Otra vez”, “Morse”, “Poema del insomnio”, “Retruécano”, “Olímpica”, en Tierra Baldía, núm. 42, Aguascalientes, UAA, agosto de 2008, pp. 108-111.
  • “Pequeña rata blanca”, “Lluvia”, “Me duele”, “Una voz pidiendo auxilio”, en Tierra Baldía, núm. 41, Aguascalientes, UAA, marzo de 2008, pp. 78-81.
  • “Como paloma herida”, en Tierra Baldía, núm. 40, Aguascalientes, UAA, octubre de 2007, p. 77.
  • “Lección de permanencia” y “Señor de la iracundia”, en Tierra Baldía, núm. 39, Aguascalientes, UAA, agosto de 2007, pp. 3-4.
  • “Eres agua de amor” y “El amor no tiene recovecos”, en Tierra Baldía, núm. 37, Aguascalientes, UAA, noviembre de 2006, p. 25.
  • “De retórica, zoología y otras yerbas”, en Revista de la Universidad de México, núm. 30, México, UNAM, agosto de 2006, pp. 90-91.
  • “El cojo”, en Tierra Baldía, núm. 36, Aguascalientes, UAA, mayo de 2006, pp. 46-50.
  • “456 o 455”, en Tierra Baldía, núm. 35, Aguascalientes, UAA, diciembre del 2003, p. 67.
  • “Si quieres ser rico sigue la raya” y “Nonato”, en Tierra Baldía, núm. 34, Aguascalientes, UAA, septiembre de 2003, pp. 96-98.
  • “Así pasó” y “Alquimia”, en Tierra Baldía, núm. 33, Aguascalientes, UAA, abril de 2003, pp. 47-49.
  • “Mi diario rosa” y “El viejo que tiró el arpa”, en Tierra Baldía, núm. 32, Aguascalientes, UAA, diciembre de 2002, pp. 5-8.
  • “Génesis” y “La manzana”, en Tierra Baldía, núm. 31, Aguascalientes, UAA, agosto de 2002, pp. 90-91.
  • “Divagaciones” y “Un mexicano nunca”, en Tierra Baldía, núm. 30, Aguascalientes, UAA, abril de 2002, pp. 21-30.
  • “La denuncia”, en Tierra Baldía, núm. 29, Aguascalientes, UAA, diciembre de 2001, pp. 80-81.
  • “El mitin”, “Naufragio” y “Las inopinadas”, en Tierra Baldía, núm. 26, Aguascalientes, UAA, diciembre de 2000. pp. 41-43.
  • “Fábula I” y “Fábula II”, en Tierra Baldía, núm. 25, Aguascalientes, UAA, septiembre de 2000, pp. 22-23.
  • “La chingadera” y “Tres vacas flacas”, en Tierra Baldía, núm. 23, Aguascalientes, UAA, marzo de 2000, pp. 32-33.
  • “De retórica”, en Tierra Baldía, núm. 22, Aguascalientes, UAA, enero de 2000, p. 25.
  • “Una nube en Santa Rosa”, en Tierra Baldía, núm. 19, Aguascalientes, UAA, mayo de 1999, p. 55.
  • “El gusano que compró a un hombre”, en Tierra Baldía, núm. 18, Aguascalientes, UAA, marzo de 1999, pp.12-14.
  • “El viaje”, en Tierra Baldía, núm. 17, Aguascalientes, UAA, diciembre de 1998, pp.7-8.
  • “Éxodo”, en Tierra Baldía, núm. 16, Aguascalientes, UAA, septiembre de 1998, pp. 56-57.
  • “Cuatro cartas a un querubín”, en Tierra Baldía, núm. 15, Aguascalientes, UAA, julio de 1998, pp. 30-32.
  • “Poemas pantun”, en Tierra Baldía, núm.14, Aguascalientes, UAA, abril de 1998, p. 3.
  • “Sé mi hoguera”, en Tierra Baldía, núm.12, Aguascalientes, UAA, diciembre de 1997, p. 3.
  • “El amor tiene recovecos”, en Tierra Baldía, núm. 10, Aguascalientes, UAA, agosto de 1997, p. 32.
  • “Como pez que nada” y “Si el amor no se fuera”, en Tierra Baldía, núm. 9, Aguascalientes, UAA, junio de 1997, pp. 39-40.
  • “Casus Belli”, en Tierra Baldía, núm. 1, Aguascalientes, UAA, octubre de 1995, p. 11.
  • “El éxodo”, en Paralelo, núm. 12, año III, Aguascalientes, mayo-junio de 1959, p. 4.
  • “El negocio redondo”, en Paralelo, núm. 10, año III, Aguascalientes, enero-febrero de 1959, p. 8.
  • “Una nube en Santa Rosa”, en Paralelo, núm. 8, año II, Aguascalientes, octubre-noviembre de 1958, p. 4.
  • “Desanclaje”, en Paralelo, núm. 5, año II, Aguascalientes, marzo-abril de 1958, p. 3.
  • “La carta”, en Paralelo, núm. 3, año I, Aguascalientes, septiembre-octubre de 1957, p. 4.
  • “Que la palabra amor no se pronuncie”, en Paralelo, núm. 2, año I, Aguascalientes, julio-agosto de 1957, p. 3.
  • “El viaje”, en Paralelo, núm. 1, año I, Aguascalientes, junio de 1957, p. 4.
  • “Cinco poemas de niñas”, en Tierra Baldía, núm. 46, Aguascalientes, UAA, 1955, pp. 90-92.
  • “Editorial”, en El hombre del búho, núm. 5, Aguascalientes, marzo de 1954, p. 1.
  • “Editorial”, en El hombre del búho, núm. 4, Aguascalientes, octubre de 1952, p. 1.
  • “Editorial”, en El hombre del búho, núm. 3, Aguascalientes, agosto de 1952, p. 1.
  • “Editorial”, en El hombre del búho, núm. 2, Aguascalientes, julio de 1952, p. 1.
  • “Relato en vértigo”, en El hombre del búho, núm. 1, Aguascalientes, junio de 1952, pp. 1-2.
  • “Canción”, en Revista de la Asociación Cultural Aguascalentense, núm. 1, Aguascalientes, junio, julio y agosto de 1952, p. 41.

Referencias

  1. Díaz Márquez, Ilse (2014). Salvador Gallardo Topete, el hijo. Aguascalientes: Protagónica. p. 25. . 
  2. Díaz Márquez, Ilse (2014). Salvador Gallardo Topete, el hijo. Protagónica. p. 27. . 
  3. Gallardo Cabrera, Salvador (diciembre de 2009). «Editoriales de El hombre del búho (1952-1954)». Tierra Baldía (45): 15. 
  4. Díaz Márquez,, Ilse. Salvador Gallardo Topete, el hijo. Aguascalientes: Protagónica. p. 47. . . 
  5. Díaz Márquez, Ilse (2014). Salvador Gallardo Topete, el hijo. Aguascalientes: Protagónica. p. 70. . . 
  6. «Salvador Gallardo Topete». p. Enciclopedia de la Literatura en México. 
  7. López, Eduardo. “El oficio de celebrar el rito del mundo” en Díaz Márquez, Ilse. Salvador Gallardo Topete, el hijo. Aguascalientes, Protagónica, 2014, pp. 123-124.
  8. «Entrevista al Profesor Salvador Gallardo Topete». p. 2, Universidad Autónoma de Aguascalientes. 
  9. Díaz Márquez, Ilse (2014). Salvador Gallardo Topete, el hijo (Primera edición edición). Protagónica. p. 105. . . 
  10. Sandoval, Víctor. “Introducción” a Gallardo Topete, Salvador, No pretendo la voz, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, Xalli, Patronato del Teatro Isauro Martínez, pp. 7-8.
  11. Díaz Márquez,, Ilse, (2014). Salvador Gallardo Topete, el hijo (Primera edición edición). Aguascalientes: Protagónica. p. 106. . . 
  12. Díaz Márquez, Ilse (2014). Salvador Gallardo Topete, el hijo : no pretendo la voz, yo quiero el grito (Primera edición edición). Aguascalientes: Protagónica. p. 104. . . 
  13. Vázquez, Felipe. "Texto leído en las presentaciones de Un día de estos, en la Ciudad de México y en la ciudad de San Luis Potosí", en Díaz Márquez, Ilse. Salvador Gallardo Topete, el hijo. guascalientes, Protagónica, 2014, p. 129.
  14. Espinasa, José María. "Nota del editor en la contraportada del libro" del libro Gallardo Topete, Salvador, El investigador córvido (Tetralogía criminal). México, Ediciones Sin Nombre, UAA, 2014.
  15. La Redacción (5 de octubre de 2019). «Instituto Cultural de Aguascalientes presenta novedades editoriales en la 51 Feria del Libro». La Jornada Aguascalientes (Aguascalientes, México). 
  16. «Lección de permanencia: Poemas de Salvador Gallardo Topete». 

Bibliografía

  • Díaz Márquez, Ilse. Salvador Gallardo Topete, el hijo. Aguascalientes, Protagónica, 2014.
  • Gallardo Cabrera, Salvador, “Editoriales de El hombre del búho (1952-1954)”, en Tierra Baldía, núm. 45, diciembre de 2009, p. 15.
  • Gallardo Topete, Salvador. El investigador córvido (Tetralogía criminal). México, Ediciones Sin Nombre, UAA, 2014.
  • Gallardo Topete, Salvador. No pretendo la voz. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, Xalli, Patronato del Teatro Isauro Martínez, 1991.
  • López, Eduardo. “El oficio de celebrar el rito del mundo” en Díaz Márquez, Ilse. Salvador Gallardo Topete, el hijo. Aguascalientes, Protagónica, 2014, pp. 121-126.
  • Redacción. "Instituto Cultural de Aguascalientes presenta novedades editoriales en la 51 Feria del Libro", en La Jornada Aguascalientes (México).
  • UAA. “Entrevista al Profesor Salvador Gallardo Topete”. Universidad Autónoma de Aguascalientes. Artículo en línea: http://www.uaa.mx/direcciones/dgdp/defaa/descargas/entrevista_salvador_gallardo.pdf
  • "Lección de permanencia: Poemas de Salvador Gallardo Topete" en Poesías-Poemas. Artículo en línea: http://www.poesiaspoemas.com/salvador-gallardo-topete/leccion-de-permanencia
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