Josefina Samper
Quick Facts
Biography
Josefina Samper Rojas nació en Fondón, pueblo de la Alpujarra almeriense el 8 de mayo de 1927). Su padre era minero y su madre una emigrante alpujarreña. Cuando Josefina tenía 3 años su padre emigró a Orán, (Argelia), sumándose el resto de su familia un año después. Allí Josefina cuidó de su hermana mientras su madre trabajaba lavando ropa por las casas. Posteriormente, Josefina entró a trabajar como pantalonera en un taller de confección, a los 12 años comenzó su militancia en las Juventudes Socialistas Unificadas, y a los 14 se afilió al PCE de la mano de Roberto Carrillo, hermano de Santiago Carrillo.
Como militante del partido, Josefina participó en la distribución de la publicación clandestina España Popular. También organizó a los niños del barrio para que avisaran usando latas a modo de tambor cada vez que llegaba la policía en busca de los republicanos escondidos. Además creó una especie de cooperativa dedicada a la fabricación de zapatillas de rafia con la que contribuyó a mantener su casa, así como la de muchas otras familias, en su mayoría de emigrados políticos. Josefina se responsabilizó de conseguir la rafia. Los beneficios eran divididos en función de los pares de zapatillas que hacían, siendo Josefina la que obtenía las menores ganancias.
Lucha junto a Marcelino Camacho
Pronto formó junto a otras mujeres un grupo de apoyo a los inmigrantes y refugiados políticos, lo que, en 1944, la llevó a recibir, por parte del partido, el encargo de organizar un aperitivo para tres presos huidos del campo de concentración. Así fue como conoció a Marcelino Camacho, con quien se casó el 22 de diciembre de 1948 y de quien tiene a sus dos hijos, Yenia y Marcel. En 1957, tras el indulto de Marcelino, regresaron del exilio, traslandándose a vivir al barrio de Carabanchel, en Madrid, en un modesto piso en el que residieron hasta que, ya entrado el año 2010, la salud de Marcelino les obligó a mudarse a otro piso en Majadahonda. En su barrio de Carabanchel continuaron ambos su actividad política y sindical clandestina que llevó a los sucesivos encarcelamientos de Marcelino. Fue entonces cuando Josefina y otras mujeres (unas, esposas de presos y otras sencillamente mujeres comunistas) se movilizaron, creando en 1965 el Movimiento Democrático de Mujeres (germen del actual movimiento feminista), dedicado a luchar, dentro y fuera de España, para ayudar a los presos políticos, logrando ciertas mejoras en las condiciones en los que estos se encontraban confinados. Durante estos años, Josefina renunció a buscar un empleo fuera de casa, pues necesitaba dedicar todo su tiempo a la causa, así que sus hijos, Yenia y Marcel, se responsabilizaron de llevar el salario al hogar familiar, mientras Josefina dedicaba el poco tiempo del que disponía a coser pantalones para una sastrería y tejer jerséis para una tienda de lanas.
El 25 de noviembre de 1975, el Rey Juan Carlos I concedió el indulto a los presos que habían sido encarcelados por el Proceso 1001, entre ellos Marcelino Camacho. Empezó así para la pareja una nueva vida fuera de la clandestinidad que les permitió reavivar la lucha política y sindical que Josefina aún mantiene.
Después de fallecer Marcelino
Tras el fallecimiento de Marcelino Camacho el 29 de octubre de 2010, Josefina ha mantenido una gran actividad como transmisora de la memoria y la voz de su marido, ofreciendo frecuentes charlas por toda España, ayudando así a inspirar la lucha por los derechos de los trabajadores de las nuevas generaciones.