Emilio Etelvino Vega
Quick Facts
Biography
Emilio Etelvino Vega "El Negro” (5 de septiembre de 1944, Santa Fe, secuestrado desaparecido el 17 de septiembre de 1977, Rosario),[1] militante de Montoneros, víctima de la última dictadura cívico militar de Argentina
Breve reseña
Su padre era asturiano. Quedó ciego debido a un incidente con ácido en un laboratorio. Pese a ello, se había recibido de Técnico en Fundición y le gustaba mucho la mecánica y electrónica. Cuando escuchaba el ronroneo de un motor, de inmediato le decía a su padre, “este auto tiene esto o lo otro”, levantaba el capot y metía mano con éxito hasta solucionar la falla. También, terminó el bachillerato nocturno en el Colegio Nacional. Sus planes eran seguir estudiando Abogacía y dedicarse a impulsar y perfeccionar la legislación a favor de los no videntes. Para ganarse la vida, Emilio, trabajaba de sodero. Integrante del Frente de Lisiados Peronistas (FLP) y Montoneros.
Secuestro desaparición
Secuestrado en la calle Santiago 2815, de Rosario a la edad de 33 años junto a su esposa, María Esther Ravelo de 23 años, también ciega y al hijo de ambos, Iván Alejandro Vega de 3 años y el perro lazarillo. Los dos mayores murieron en la tortura. Cuando secuestraron al matrimonio Vega-Ravelo, mataron de dos balazos al repartidor de la sodería, Juan Carlos Amador “Juanca”, militante de 20 años de la Juventud Peronista y Montoneros, poniendo como excusa un falso enfrentamiento en el Parque Independencia.
María Esther Ravelo
“Cuki” (04 de diciembre de 1952, Tostado, Santa Fe, secuestrada desaparecida 17 de septiembre de 1977, Rosario), su padre era empleado ferroviario, ella era la menor de tres hijos. Quedó ciega a los 17 años debido a una enfermedad viral. Integrante del Frente de Lisiados Peronistas (FLP) y de Montoneros. Fue secuestrada desaparecida el 17 de septiembre de 1977, junto a su esposo a quien conoció en una escuela para no videntes en Santa Fe. Ravelo había sido secuestrada, junto a su marido en su casa de Santiago 2815, conocida como la Casita de los Ciegos, el mismo día que el matrimonio de María Isabel Salinas de Bosso y Carlos Alberto Bosso. Su cuerpo fue recuperado en diciembre de 2010 de una fosa común clandestina en Campo Militar San Pedro. La línea de investigación la aportó el ex agente de inteligencia del Ejército, Eduardo Constanzo, quien informó a la justicia y al periodista José Maggi de Rosario/12 sobre el traslado de 27 prisioneros en el centro clandestino de detención La Calamita que fueron asesinados en un campo de Monje y luego sepultados en fosas clandestinas en un campo cercano a Laguna Paiva. Una de las víctimas era "la cieguita", como Constanzo llamó a María Esther Ravelo, la primera víctima identificada en San Pedro. Su madre Alejandra Fernández de Ravelo, integrante de Madres de Plaza de Mayo (Santa Fe), expresó, cuando recuperó los restos mortales de su hija: “Yo era partidaria de ella. Así que la puse con sus compañeros. Porque acá en Santa Fe hay un panteón de los desaparecidos. Entonces ella está con sus compañeros, porque a mí me pareció importantísimo que estén juntos. Lucharon, dieron su vida. Por eso que estén juntos todos”.
Casa tomada
Luego del secuestro del matrimonio Vega-Ravelo, en 1977, los militares volvieron días después y se robaron todo. Cuando la patota de las fuerzas conjuntas llegó a su casa, el matrimonio escuchó los disparos que terminaron con la vida de su compañero Juan Carlos Amador. Iván, de tres años, fue secuestrado junto a sus padres. Días después, los militares lo entregaron a un familiar y volvieron a la casa. En un camión del Ejército cargaron muebles, ropa, electrodomésticos, el triciclo del niño y maquinaria de la sodería (Lodi SRL), que era una casa operativa de Montoneros. La fábrica de soda le daba una cobertura para no generar sospechas. También se llevaron a la perra lazarilla.
Tres días antes del operativo, María Ester había llamado a su madre, que vivía en la ciudad de Santa Fe y con voz nerviosa le contó que su marido estaba enfermo y le pidió si podía recoger al pequeño Iván. La mujer viajó tres días después del ataque a la casa. Frente a la “casa de los cieguitos”, como la llamaban cariñosamente los vecinos, vio estacionado un camión verde del Ejército. Estaban cargando todos los bienes muebles del matrimonio sin que Alejandra de Ravelo pudiera hacer nada para impedirlo, contaría años después, ya en democracia, ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep).Tras el operativo, la mujer vendió el puesto de venta de flores que tenía frente al cementerio de la ciudad de Santa Fe y se embarcó en la búsqueda de su hija. Se puso en contacto con otras madres de desaparecidos. Así nació la filial santafesina de Madres de Plaza de Mayo. Dejó todo para buscar a su hija. Al cabo de un tiempo volvíó al lugar, detalló Alejandra ante la Conadep: la sodería estaba cerrada y por una ventana la atendió un hombre que le dijo que la propiedad ahora pertenecía al gobierno porque anteriormente había pertenecido a unos “subversivos”.
El periodista y escritor Osvaldo Bayer lo definió como el “día de la vergüenza argentina: El 17 de setiembre de 1977 se consumó la hazaña más grande de este siglo del Ejército nacional. Rosario fue testigo. Las fuerzas conjuntas lograron la captura de tres enemigos de la patria occidental y cristiana, Emilio Etelvino Vega, de 33 años, ciego, María Esther Ravalo, de 23 años, ciega, Iván Alejandro Vega, de 3 años, y el perro lazarillo del matrimonio”, diría Bayer 17 años después, tras el fin de la usurpación de la “Casa de los cieguitos”.
Los asesinos se apoderaron de su casa y por intermedio de Augustin Feced, Jefe de la policía rosarina, se la cedieron Gendarmería y pasó a ser la residencia del “Centro de Suboficiales Retirados de la Gendarmería Nacional”. Ahí se juntaban a jugar a las cartas, apostar o reunirse con sus familias. Recién para 1995 la misma fue devuelta al hijo del matrimonio Vega-Ravelo y cedida por éste a organismos de Derechos Humanos para hacer una Casa de la Memoria. Norberto Olivares, patrocinante por organismos de Derechos Humanos en la causa por la restitución del inmueble a sus verdaderos dueños fue claro: “La casa de la calle Santiago fue el único bien restituido con la pelea. Nunca se pudieron recuperar pertenencias de los desaparecidos".
Documental
Casa tomada es una película documental argentina de medio metraje dirigida por María Pilotti, producida por la Fundación Alumbrar en 1997 y estrenada el 25 de febrero de 1999 integrando junto al mediometraje Los presos de Bragado el film Historias no contadas. Colaboraron en la investigación Osvaldo Bayer y Carlos del Frade. El documental trata sobre el caso de Emilio Etelvino Vega de 33 años y María Esther Ravelo de 23 años, una pareja de no videntes que el 17 de septiembre de 1977 fueron detenidos-desaparecidos junto a su hijo Iván Alejandro Vega.
Referencias
Enlaces externos
- Ordenanza Nº 8.945 de la Municipalidad de Rosario. 30/08/12. rosario.gov.ar