Alberto Icare

Fue electo por primera vez luego de la renuncia de Atilio Feudal, en 2002, luego de una de las gestiones municipales que, sumado a la situación nacional, hundieron a la ciudad en una crisis sin precedentes. En aquellas elecciones fue candidato de la Unión Cívica Radical de Río Negro, con Pablo Verani a la cabeza del partido, además de ser gobernador provincial. En el año 2003, al mismo tiempo en que el país se elegía presidente, se realizaron en Río Negro elecciones provinciales y en Bariloche municipales. En esas elecciones, participó como candidato Icare, representando a la UCR nuevamente. El comicio se llevó a cabo normalmente y alrededor de las 9 de la noche era ya definitivo: Icare seguiría siendo Intendente, y la provincia seguiría en manos radicales, esta vez con la gobernación a cargo de Miguel Saiz.

Actualmente la gestión de Icare es criticada y elogiada en igual parte. Por un lado, el boom de la construcción y la relativamente próspera situación económica de la ciudad sumado a las cifras nunca antes vistas de turistas, especialmente extranjeros, constituyen los mayores logros de Icare. Pero la gran inseguridad en todos los puntos de la ciudad, el déficit habitacional, la falta de soluciones respecto al tema de los vecinos de la barda del Río Ñireco que tienen que ser inmediatamente reubicados (si es que todavía no perdieron su hogar) y el atestadísimo tránsito en las principales arterias hacen el lado más criticado de la que fuera su acción municipal.

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